¿Qué es el drop de las zapatillas y cómo afecta a nuestra carrera?
¿Qué es el drop de las zapatillas? Te contamos todo sobre qué es el drop, cómo clasificar las zapatillas en función de su drop y cómo influye en nuestra carrera. Una de las preguntas más habituales cuando buscas recomendaciones acerca de zapatillas de running es: ¿Qué drop necesitas o estás buscando? Para que no te quedes con cara de desconcierto, a continuación, te detallamos todo acerca de este parámetro de las zapatillas.
El concepto de drop (en inglés: descenso, disminución) y en ocasiones denominado por las marcas de calzado de running como «offset» es la diferencia entre la parte posterior (talón) y la anterior (puntera) de la zapatilla.
Es importante medirlo correctamente para evitar errores; debiendo tener en cuenta la plantilla interior (extraíble en algunos modelos), la cual es recomendable retirar para realizar la medición, así como estar seguros de que no interfieren elementos externos de control o contención como las líneas de guía que comentaremos en futuros post.
Por ejemplo, una zapatilla que tenga 23 milímetros en el talón y 10 en la puntera, nos indicaría un drop de 13 milímetros. La mayoría de las zapatillas que hay en el mercado fluctúan entre drops de 0 y 13 milímetros. Es importante destacar que el drop también variará en función de la talla de la zapatilla, destacando más en tallas más pequeñas. De todas maneras ¡no debes preocuparte!, dado que muchos modelos lo llevan impreso en la media suela o en la propia palmilla interior.
El drop de las zapatillas no es lo mismo que el perfil
Tabla de Contenidos
No se debe confundir con el perfil de la zapatilla, el cual hace referencia al grosor de la suela. En relación con este parámetro destacar que perfiles de menos de 15 milímetros suelen provocar sobrecarga en la zona metatarsal (detrás de los dedos); del mismo modo, perfiles de más de 30 milímetros en el talón aumenta el riesgo de inestabilidad.
La mayoría de las zapatillas de running se fabrican con más material en la zona del talón con el objetivo de amortiguar y absorber el impacto en el momento del contacto inicial del pie con el suelo, sobre todo en runners “taloneadores”.
De manera general, y en relación con el drop, podríamos clasificar las zapatillas del siguiente modo:
8-12: zapatillas muy amortiguadas, para entrenamientos con mucha amortiguación y para contactos iniciales o aterrizajes con el talón o mediopié (Asics Gel Nimbus, Brooks Glyerin, Nike Zoom Pegasus, entre otras)
4-8: zapatillas más rápidas, de las denominadas también como transición al natural running y recomendadas para entrenamientos de calidad o competir (algunos runners las conocen como voladoras) (Saucony Kinvara, New Balance 1080, Adidas Adizero Boston, entre otras)
0-4: zapatillas flexibles y de perfil bajo (no confundir con minimalistas, las cuales definiremos de manera pormenorizada en otro post)
Pero… ¿es realmente tan importante el drop de la zapatilla? La respuesta, basada en estudios científicos es no. No cabe duda que una gran diferencia entre el talón y la puntera nos va a condicionar el primer apoyo o aterrizaje del pie con el suelo, cuya síntesis se explica en la siguiente tabla.
Zapatillas con drops altos | Zapatillas con drops bajos |
Facilitan un contacto inicial de talón | Promueven un primer contacto metatarsal |
El tobillo realiza una mayor flexión dorsal | El tobillo realiza una ligera flexión plantar |
Reducen el trabajo de los músculos flexores plantares (gemelos y sóleo principalmente) | Aumentan la activación de los músculos flexores (gemelos y sóleo principalmente) |
¿Cómo afecta el drop a la carrera?
Teóricamente drops altos favorecen un contacto inicial o aterrizaje con el talón, por el contrario, aquellas que tienen un drop bajo nos ayudan a tener un aterrizaje más anterior. También la biomecánica de la rodilla y el tobillo suele ser diferente y esto, a su vez, modifica la técnica de carrera: los drops bajos producen mayor flexión de rodilla, menor flexión dorsal del tobillo, incrementan el trabajo a nivel del tobillo (es habitual la sobrecarga de los gemelos y el sóleo los primeros entrenamientos con drops bajos) y lo reducen a nivel de la rodilla (importante este detalle, pues aquellos runners con problemas en la rodilla, podrían protegerla utilizando zapatillas de drops más bajos). Otro aspecto que suele verse afectado por el drop bajo es la amplitud de zancada, la cual disminuye, y la frecuencia que se incrementa.
En cuanto a la economía de carrera, artículos publicados en revistas especializadas refieren que no hay diferencias entre drops de 4 milímetros y 0 milímetros. Los estudios científicos también nos indican que el drop se comporta de manera distinta cuando se corre en tapiz rodante (cinta de correr) comparado con el suelo.
¿Estás pensando en cambiar de drop?
Lo más importante que debes tener en cuenta es que cualquier cambio de drop debe ir acompañado de una modificación en la técnica de carrera, así como de una adaptación progresiva: no se debe mantener los mismos kilómetros ni el programa de entrenamiento. También es importante destacar que se debe individualizar dado que cada runner se puede adaptar de distinta manera y tiempo.
Como conclusiones queridos runners, indicaros que el drop no es un aspecto fundamental, aunque sí debemos tener lo en cuenta en dos aspectos: cambios en la biomecánica relacionados con el aumento de trabajo articular y muscular en el tobillo y disminución en la rodilla (drops bajos) y las modificaciones en la técnica de carrera (zancada y frecuencia).
6 Comentarios
Información muy útil.
Muchas gracias!
Gracias a ti por leernos. Un saludo.
Recién hoy los descubrí, muchas gracias por lo que publican, me resulta muy útil.
Muchas gracias, Alejandra. Nos alegra leer este tipo de comentarios. Esperamos volver a verte pronto por aquí. Un saludo.
Gràcies Joan,
Gràcies Joan,